La llegada de nuevos bancos está planteando un mercado diferente en lo que refiere a servicios financieros. Ahora, el nuevo actor que quiere conformar esta nómina de nóveles bancos, es el brasilero Itaú. Es que el gigante sudamericano, manifestó en varias oportunidades su deseo de operar en el país, pero recién fue en días anteriores que un directivo de la entidad habló al respeto y dejó en claro que el Itaú espera la aprobación para empezar a operar en el país.
Lo dicho por el Presidente Ejecutivo para América Latina, confirmó los rumores que en el último mes y medio, aproximadamente, rondaban en los diferentes ambientes de las finanzas.
Sin dudas, esto es una buena noticia para las entidades que nuclean los bancos privados, para la economía local y para los usuarios de servicios bancarios. Desde el punto de vista de las entidades que conglomeran al sector de las finanzas, esto es bueno porque motiva la competencia entre los grupos empresarios; los economistas, ven el arribo de una empresa de ese calibre como una muestra de confianza al mercado nacional y como una muestra de una buena situación macro económica. En tanto, los ahorristas se verán beneficiados por la llegada de nuevos productos bancarios y por la competencia que obligará a las diferentes entidades a dar su mejor esfuerzo por conquistar al cliente.
De todas maneras, la noticia toma por sorpresa a las autoridades de la Superintendencia Financiera, que en otros medios salieron a desmentir que tengan una solicitud del Itaú. Sin embargo, esto no impide que se especule sobre su pronto arribo.
Para entender un poco más sobre el rol que ocupa a nivel mundial el Banco Itaú, hay que comprender que es una de las diez entidades financieras más importantes en el mundo y que actualmente opera en más de 12 países. Además, no hay que olvidar que es la más rentable y supera ampliamente a los que actúan en Colombia.
Resta por decir, que lo que sorprende es que el Itaú no planea comprar un banco ya existente en el país, sino que busca hacerse desde abajo y conquistar cliente por cliente y al igual que hizo el Citybank cuando arribó por estas tierras.