Las comisiones son una cantidad de dinero que se cobra por realizar una transacción comercial. Se corresponde con un porcentaje sobre el importe de la operación.
Existen varios tipos de comisiones, aunque las más comunes son las que suceden en los departamentos comerciales de empresas. Allí, se acostumbra a remunerar a los vendedores en dos módulos:
- Fijo que es la remuneración mensual pactada en contrato
- Variable que corresponde a la comisión sobre la venta realizada.
De esta manera, la idea de la comisión es incentivar al vendedor para que se esfuerce en las ventas.
Es común que la comisión sea un porcentaje fijo aplicado sobre el precio de la venta, pero muchas veces puede cambiar según la línea de productos, el canal de distribución, la categoría del cliente, etc.
Asimismo, existen los conocidos comos agentes libres, también llamados comisionistas, que sólo cobran un porcentaje de comisión en función del valor de las ventas realizadas. En ocasiones, no obstante pueden cobrar porcentajes adicionales si realizan otros servicios a la compañía tales como:
- Almacenaje
- Distribución de la mercancía por sus medios
- Asunción de impagados
La comisión se suele pagar mensualmente aplicando el porcentaje establecido a las ventas facturadas en dicho mes.
Para ello, se debe tener en cuenta algunos conceptos:
- Base de comisión: Cantidad sobre la que se calcula la comisión
- Porcentaje de comisión: se aplica a la base de comisión para hallar la cifra neta a liquidar
- Base de cobros a retroceder: impagados o que han excedido el límite de cobro establecido
- Retrocesión de cobros: Cantidad que se halla aplicando el porcentaje de comisión sobre los cobros a retroceder
Asimismo, existen comisiones en concepto de gastos o costos que aplican algunos bancos por la operatoria seleccionada. Con estas se debe tener cuidado, porque aumentan nuestros costos y la operación puede no ser rentable.